“De cómo Venus y Marte
se unieron sin dejar ser vistos”
Paisaje no importa alguno, pues
cuerpo desnudo con un solo pecho de posible lactancia es el que ocupa el cuerpo
entero del que olvida si es hombre o mujer cuando el amor está por encima de la
moral pública.
Tal vez es una habitación oscura
sin ventanas de salida a la opinión pública; tal vez es una habitación oscura
en donde ni uno mismo puede ver como dos cuerpos de unen en uno; pues parece
que a día de hoy esos cuerpos no se puedan reconocer cuando el amor parece
estar por encima de la satisfacción de la lívido.
Eso sí, los dos hijos de la
mitología ya fuese griega o romana, los dos hijos llamados Deimos y Fobos o tal
vez Fuga y Timor aparecen ocupando gran parte de la pintura, como dos focos
inquietantes que surgen deliberadamente aportando el temor y el miedo a
comportarse como un ser normal, como un ser que siente.
Pues esa parece ser la única
imagen que a día de hoy se puedo ver, mientras que aquel cuerpo unido más
humano que nunca, queda totalmente desdibujado apareciendo en el fondo del
cuadro como una imagen translucida difícil de reconocer.
Una imagen que por
parecer ser lo que no es, tal vez nunca llegue a ser nada.
Ahora la imagen de color solo
viene dada por la sangre que brota alegremente de esos dos hermanos, que siguen
sin fingir con clara luz; su gusto por devorar las flechas de un estúpido Eros
que sólo parece transmitir la atracción sexual, el amor y el sexo en forma de
palabras.
Y mientras en el fondo del cuadro
unas palabras de viejo pergamino se pueden leer para el olvido, pues hábilmente Thanatos
las vomita y hacen que se conviertan en un quiero y no puedo, tras pensar que
sólo fue un sueño.
Difíciles palabras se
niegan a ver la luz,
bajo el miedo a
encontrar obstáculos que te obliguen a olvidarlas.
Intentas recordar lo
que sientes,
sin darte permiso a
que puedas sentir algo.
Quisieras darle un
nombre, quisieras no olvidarlo,
quisieras darle un
nombre, pero no para recordarlo.
Porque el recuerdo es
el olvido,
porque el recuerdo es
pasado,
porque hoy existe el
presente,
porque hoy estas
viva.
¿Por qué me niegas
tus sentimientos
¿Por qué me niegas
tus palabras
¿Por qué te escondes
cuando eres
¿Por qué eres lo que
no quisieras ser
¿Miedo a sentir sin
ser sentido?
¿Miedo a mirar sin
ser vista?
¿Miedo a amar sin ser
amado?
Sigue creando miedo,
eres libre para
hacerlo
Pero abre los ojos,
porque el amor no es
ciego
El masculino y femenino se
pierden mientras siguen buscando artículos con los que diferenciarse; mientras
la unión de los mismos se sigue borrando con la misma fuerza; pues uno parece
darse permiso a sufrir, pero no a querer ni a ser querido.
“Y sino una nueva obra de arte
siempre nos quedara para aquello que sin palabras y sin poder explicar,
soñaremos que entre pinceles permanecerá escrito, ante los ojos del que se crea
que no ha muerto”.